Los sujetos participantes en el estudio (701) pertenecientes a muy diferentes estratos culturales y países de origen fueron sometidos a diferentes experiencias emocionales a través de palabras, historias, películas o expresiones faciales. Al mismo tiempo iban marcando en una silueta corporal los lugares en los que sentían más o menos sensaciones.
Como resultado se han elaborado mapas topográficos que muestran dichas sensaciones en forma de areas de colores. El color amarillo indica mayor sensación y los azules menos o ninguna tal como se muestra en la escala adjunta.Finalmente, se puede colegir que las sensaciones corporales asociadas a diversas emociones son universales y comunes a todos los seres humanos independientemente de su raza, procedencia o nivel cultural.
A pesar de la semejanza de estos mapas con las termografías, el estudio no se refiere a los cambios en la distribución de la circulación sanguínea ni cambios de temperatura en la superficie de la piel. Sin embargo sí que existe una correlación entre las sensaciones corporales y cambios en las funciones fisiológicas asociadas a tales emociones como activación de la musculatura facial, temperatura corporal, lagrimeo, etc. Esto nos proporciona una interesante base para comprender las emociones humanas, sus sensaciones somáticas y, de alguna manera incipiente, sus posibles efectos fisiológicos.
Si bien en su forma aguda una emoción podría producir algunos cambios notorios en el funcionamiento del cuerpo es aún más interesante reflexionar sobre los efectos de determinadas emociones mantenidas en el tiempo.
En todo caso, el mapa de las emociones es, sobre todo, fascinante.
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