Helga es la propietaria de un bar. Ella se da cuenta de que prácticamente todos sus clientes son alcohólicos desempleados y, como tal, ya no pueden permitirse el lujo de frecuentar su bar. Para solucionar este problema diseña un nuevo plan de marketing que permite a sus clientes beber ahora y pagar más tarde.
Helga hace un seguimiento de las bebidas consumidas en un libro (los préstamos que hace a sus clientes).
Se corre la voz acerca de la estrategia de marketing de Helga "Beba ahora, pague después" y, como resultado, un creciente número de clientes inunda la barra de Helga. Pronto cuenta con el mayor volumen de ventas de cualquier bar de la ciudad.
Al liberar a sus clientes del pago inmediato no observa resistencia alguna cuando, a intervalos regulares, incrementa sustancialmente los precios del vino y la cerveza que son las bebidas más consumidas. En consecuencia, los volúmenes brutos de ventas y las ganancias de Helga aumentan de forma masiva.
Un joven y dinámico, vice-presidente del banco local reconoce que las deudas de los clientes constituyen valiosos activos a futuro y decide aumentar el límite de endeudamiento de Helga. Él no ve ninguna razón para una preocupación excesiva, ya que tiene las deudas de los alcohólicos desempleados como garantía.
Así, este vice-presidente recibe una recompensa en forma de bono de seis cifras.
En la sede corporativa del banco, los ejecutivos expertos planean la manera de conseguir enormes comisiones, transformando esos préstamos a los clientes en BEBEBONOS. Estos "Valores" se empaquetan y se negocian en los mercados internacionales. Los inversionistas ingenuos no entienden muy bien que los valores que se venden como "Bonos Garantizados AA" son en realidad las deudas de los alcohólicos desempleados. Sin embargo, los precios de los bonos suben constantemente y los valores se convierten en los elementos de mayor venta en las bolsas de muchos países.
Todos los ejecutivos del banco reciben un bono de seis cifras.
Un día, a pesar de que los precios de los bonos siguen subiendo, un gestor de riesgos en el banco local original, decide que ha llegado el momento de exigir el pago de las deudas contraídas por los bebedores en el bar de Helga. Y así se lo hace saber a Helga. Por tanto, Helga exige el pago a sus clientes alcohólicos, pero al estar en el paro y ser alcohólicos estos no pueden pagar sus deudas de bebida.
Dado que Helga no puede cumplir con sus obligaciones de crédito se ve obligada a declararse en bancarrota. El bar cierra y 11 empleados de Helga pierden sus puestos de trabajo. Durante la noche, los precios de los BEBEBONOS caen un 90%. Al derrumbarse el valor de estos valores se destruye la liquidez del banco lo que le impide la emisión de préstamos nuevos y por lo tanto, se ve abocado a la congelación de créditos y el deterioro de la actividad económica en la comunidad.
Los proveedores del bar de Helga que habían concedido generosas extensiones de pago han invertido sus fondos de pensiones en los bonos . Ahora ellos encuentran con que se enfrentan a tener que perder más del 90% del valor estimado de los bonos. El proveedor de vinos también quiebra, por lo que cierra las puertas de una empresa familiar que había durado tres generaciones. El proveedor de cerveza también cierra la planta local y despide a 150 trabajadores.
Pero, afortunadamente, el banco, las casas de bolsa y su respectivos ejecutivos son rescatados mediante una inyección multimillonaria de capital, sin compromiso, por parte del gobierno.
Todos ellos reciben un bono de seis cifras.
Los fondos necesarios para este rescate se obtienen mediante nuevos impuestos sobre los trabajadores por cuenta propia, de clase media, los no bebedores que nunca han estado en el bar de Helga.
¿Lo entiendes ahora?
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Artículo original, en inglés: Dummies guide to what went wrong in Europe.
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